domingo, 30 de octubre de 2011

confusions mode on

¿Cómo te explico cuanto te quiero? ¿Cómo le digo a dios que yo no creo en la dirección que me dio, así valla a visitarlo? Siento como agoniza mi cuerpo, mi mente, cada centímetro de piel que cubre mi corazón frágil. Te deseo, temo perderte, no puedo evitar soñar con tenerte a mi lado, tomarte de la mano, y caminar sin cesar. Vuelo, en sueños candentes, en turbias mentes que no me dejan ser feliz, peleo, porque entiendas que eres la mujer de mis sueños, que no hay nada más que tus besos prohibidos de los míos. Extraño, es el sentimiento que me visita en cada instante.
El agua escasea, el amor tambien, tu cuerpo me llama, tu cuerpo jadea, me miras, me sonreís, corres, y  jamás te puedo alcanzar. Tímidamente, juegas conmigo y mi mente, toma lo que sobra, pero no te lleves nada de lo que me haga falta, toma una faca si quieres, tómame del cuello y has un rescate de rehenes.  Pero no hagas simulacros, porque alguien saldrá lastimado.
Aunque pasen los días, la melodía de tu risa, dibuja mil lugares ocultos en el mundo, lugares extraños, hermosos, que jamás se contemplaron, solo lo vemos nosotros 2. Bajo las ramas caídas, color castaño, entre siestas y noches quiero reposar y dormir, entra cobijas tejida en besos, quiero que me abrigues. Quiero quedar risueño al principio y al final de la noche, mirarte y seguir igual
Esto es un ir y venir, un correr y descansar, o así lo pienso. No te tengo a mi lado nunca, o siempre, depende como lo veas en las noches desiertas, veo todo árido, pero cuando llegas, un diluvio templado, disfraza un sentimiento. Luego nos recostamos en la gelatina, recién sacada de la heladera, comenzamos a jugar, y terminas hundiéndote, termino buscándote, jugamos de nuevo, y nos convertimos en la parte más dulce. Y todo comienza de vuelta, me recuesto, sueño, me besas, despierto, te tomo de la mano y volvemos a sudar. Este juego sabemos que nos hace mal
Pasan las horas, me convierto en vulgar, tomo mi lugar, y detesto la sociedad, no hay nada más feo que despertar después de un día santo, y encontrarte con todos para comenzarte a regañar, no pasa mucho tiempo, tomas asiento, y viene otro a actuar. Me salgo del papel, improviso, y todo termina mal, salgo al patio, miro a un costado, y vienes con tu elegante andar, me tomas como un niño desahuciado, me calmas, me llevas y quedo hipnotizado, te digo que te amo, pero dices que las cosas van demasiado rápido, que esperemos a una junta de doctores, para que analicen mi caso.
Pero es hora de actuar, y pronto llega el final, me presento elegante, y salto las vallas de los que desean que fracase, exaltante te levantas, y me aplaudes, me delatas multitudinalmente, pero no me avergüenzo. Bicho traidor, que lates y me vuelves cobarde, me vuelves cobarde al futuro expectante de los fracasos inminentes, pero, todo mal tiene cura, y son los besos de aquella amante, que aunque me caiga ante el mundo, siempre se asomara a besarme   

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