Feliz adiós.
Quédate al
lado de la vereda, esperando ver mi cadáver en la copa de aquel árbol tan frondoso, mirándote
con esa mirada profunda, llena de plenitudes olvidadas, con el brillo de las desilusiones
de esta vida.
Atrapado en el aro de la soledad, con una aureola que no era para mí, y solo puede agotar tu respiración.
podía escuchar esos lamentos, pero aun en mis últimos momentos miraba esos recuerdos tan malditos que aún no se borran de mis pensamientos
en donde decías que me podrías amar eternamente, y solo me pagabas una patada, diciendo que me aleje , que jamás podrías amar a una persona que da el corazón sin pensar.

Buscaba salvarte en medio de mi desesperación, mientras trataba de soltar ese lazo que estaba en mi cuello, tratando de alejarme de la luz que llevaba a mi cuerpo lejos de tu alma, y de la de los demás.
De aquellos que tambien me amaron de una manera diferente
y sínicamente veían como daba mi último suspiro entre medio de la arboleda oscura del patio de los muertos
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