jueves, 31 de enero de 2013

Tan frío como el resto de mi cuerpo





Hace tiempo que el viento no sopla a través de tu cabello
Hace tiempo que el rocío cae en tu rostro y humedece tus mejillas
Todo comenzó cuando yo era idiota y tenia los ojos en las manos, cuando una azote me dolía mas que las palabras. 
Hoy no soy el mismo, quizás tenga las manos en el mismo lugar, las manos frías, el pelo lacio y el cuerpo mas redondo que antes. Pero los azotes no duelen, las lágrimas queman y las palabras saben a entierro.
Tengo los pies cansados, los ojos también. Aunque mi corazón se levanta y golpea fuerte y mas fuerte cada vez que sale el sol. 
Ya no extraño las mañanas calurosas, mi cuerpo se esta congelando, comenzó por mis manos y se va ramificando entero. Pero el corazón late mas fuerte cada vez que te pienso. 
Hace tiempo que no siento la lluvia caer sobre mi cuerpo, en la ducha no siento nada mas que un vapor sin sentido. Es raro acá, pero me estoy acostumbrando a la soledad. Hace poco tiempo salí a correr y no escuche a los pájaros cantar, creo que desde aquella vez que me vieron perderte no cantan mas. También creo que mis ojos no se animan a mirarme, ni siquiera a través de un espejo. 
Estoy confundido, mis manos acarician un montón de estatuas ardientes, con aliento a sexo, con carteras que devoran el dinero de los demás. Pero yo no voy a darles plata, tampoco placer. Voy para observar como el tiempo se les pasa, como las lagrimas escondidas, aguardan gritos que jamas salen.
Antes corría al baño para bañarme suavemente y quitarme la mugre de mis pecados, pero poco a poco se fueron haciendo mas negros y mas difíciles de quitarlos. Hoy corro al baño para sentir el vapor que logra humedecer mis ojos y así recuerdo cuando mis lágrimas podían salir sin rumbo. Antes solo me bañaba para lavar mi cuerpo, hoy también lavo mi cerebro con exquisitas conferencias presidenciales, con un hombre de saco que dice que no existen las extorsiones en su despacho, pero que el no cumple con lo prometido porque es mucho trabajo para una sola persona.
Me pregunto si me robaste el alma y los sentimientos juntos y que hiciste con todo eso, aunque a veces pienso que solo me sacaste la sonrisa. Porque yo queme mi alma y los sentimientos se me congelaron de a poco. Creo que voy a dejar de escuchar mis pensamientos, son malos consejeros y me dicen que corra un millón de kilómetros para volver a verte, pero yo no se como se sale del centro de la tierra, tampoco como esquivar a todos los que están durmiendo por ahí. Tampoco se si estas esperándome o aceptaste que estoy muerto.

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