domingo, 24 de agosto de 2014

Despierta

En cuanto abras los ojos, saltare como un tigre. 
Volare lento mientras, con tus dedos recorres mi cuerpo
A penas me saludes, te besare sin arrepentirme,lo haría mil y una vez.

Tus manos

Te daré mil razones para odiarme, cargare cien veces el arma.
Esperare cada balazo en medio del corazón, en cada lugar que logres odiar.
Al lado de la cama dejo todo lo que necesites para revivirme, para poder disparar otra vez viendo como atraviesan esas palabras que nunca dejaste salir,
Dejo, todo en tus manos, porque en las mías todo seria en vano.

Pupilas sin fin

Aun este cielo sigue tan vació como el final de mis pupilas, sigue un estrecho camino hacia nubes que desaparecen cuando las tocas, que ríen cuando lloras.
El tiempo acampa colina abajo, junto al lago que guarda las penas del nacer, que guardaran cada día que miremos al espejo y no logremos saber como cambiar, como volver.
Mis pies están llenos de magia, llenos de caminos por recorrer, pero aun nose donde esta mi norte, aun nose si quiero dejarlos libres o verlos morir en medio del vació que por las noches llama a la puerta, que me abraza y se exaspera los fin de semanas. Es tan posesivo, tan abrumante que a veces me amoldo insípidamente y solo floto en el nulo espacio que queda en mi ser.

viernes, 25 de abril de 2014

Eran pocas las palabras, pero cada letra era una delicia en mi mente. Podía imaginarme como se movían tus labios articulando cada cosa que sale de tus labios. En verdad, estaba impresionado. No escuche nada de lo que dijiste, hasta te despediste con un - Que tengas suerte, algún día nos encontraremos.
Entonces supe que te irías, pero jamas te llevarías el "Te amo" de mis labios. Fue una condena.

lunes, 8 de julio de 2013

Noches en soledad

Quiero dormir por siempre, quiero que me abrace y nunca me suelte. 
Quiero que regrese con un millón de besos, necesito un poco de su afecto.
Muero si alguna vez la pierdo, nazco cuando ella viene a mi encuentro.
Desaparezco cuando en sus ojos, una lágrima veo. 
Creo que estoy enamorado.

jueves, 31 de enero de 2013

Tan frío como el resto de mi cuerpo





Hace tiempo que el viento no sopla a través de tu cabello
Hace tiempo que el rocío cae en tu rostro y humedece tus mejillas
Todo comenzó cuando yo era idiota y tenia los ojos en las manos, cuando una azote me dolía mas que las palabras. 
Hoy no soy el mismo, quizás tenga las manos en el mismo lugar, las manos frías, el pelo lacio y el cuerpo mas redondo que antes. Pero los azotes no duelen, las lágrimas queman y las palabras saben a entierro.
Tengo los pies cansados, los ojos también. Aunque mi corazón se levanta y golpea fuerte y mas fuerte cada vez que sale el sol. 
Ya no extraño las mañanas calurosas, mi cuerpo se esta congelando, comenzó por mis manos y se va ramificando entero. Pero el corazón late mas fuerte cada vez que te pienso. 
Hace tiempo que no siento la lluvia caer sobre mi cuerpo, en la ducha no siento nada mas que un vapor sin sentido. Es raro acá, pero me estoy acostumbrando a la soledad. Hace poco tiempo salí a correr y no escuche a los pájaros cantar, creo que desde aquella vez que me vieron perderte no cantan mas. También creo que mis ojos no se animan a mirarme, ni siquiera a través de un espejo. 
Estoy confundido, mis manos acarician un montón de estatuas ardientes, con aliento a sexo, con carteras que devoran el dinero de los demás. Pero yo no voy a darles plata, tampoco placer. Voy para observar como el tiempo se les pasa, como las lagrimas escondidas, aguardan gritos que jamas salen.
Antes corría al baño para bañarme suavemente y quitarme la mugre de mis pecados, pero poco a poco se fueron haciendo mas negros y mas difíciles de quitarlos. Hoy corro al baño para sentir el vapor que logra humedecer mis ojos y así recuerdo cuando mis lágrimas podían salir sin rumbo. Antes solo me bañaba para lavar mi cuerpo, hoy también lavo mi cerebro con exquisitas conferencias presidenciales, con un hombre de saco que dice que no existen las extorsiones en su despacho, pero que el no cumple con lo prometido porque es mucho trabajo para una sola persona.
Me pregunto si me robaste el alma y los sentimientos juntos y que hiciste con todo eso, aunque a veces pienso que solo me sacaste la sonrisa. Porque yo queme mi alma y los sentimientos se me congelaron de a poco. Creo que voy a dejar de escuchar mis pensamientos, son malos consejeros y me dicen que corra un millón de kilómetros para volver a verte, pero yo no se como se sale del centro de la tierra, tampoco como esquivar a todos los que están durmiendo por ahí. Tampoco se si estas esperándome o aceptaste que estoy muerto.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Alzheimer

Ayer, un hombre de 85 años aproximadamente,  me pregunto por que sonreía tanto cuando miraba una foto, a lo que o le respondí " Es que en esta foto esta mi novia junto al hombre que la hace mas feliz que yo ". El hombre asombrado volvió a preguntar y ¿por que te alegra eso?
- Es su abuelo, ella sufre mucho por él. Yo lo admiro mucho porque es un gran luchador de la vida.
- ¿Por que es un luchador? 
- Tiene una enfermedad y a veces no se acuerda de ella. El hombre quedo en silencio y perdió su mirada en un pequeño gorrión que aleteaba a nuestro alrededor, al cabo de unos minutos llego un mensaje a mi celular, el hombre volvió a interesarse en mi. - ¿Que paso muchachito? me pregunto cuando vio mi expresión al terminar de leer el mensaje. Es mi novia, atiné a responder.
- ¿Que le sucede? 
- Esta preocupada porque no encuentra a su abuelo, salio temprano y todavía no vuelve a su casa. El octogenario alejo su mirada de mi y volvió a seguir el vuelo de la pequeña ave. Pasaron unos segundos y comenzó a conversar conmigo.
- che pibe, seria hermoso ser un pájaro, no?
- Si, creo que seria fascinante poder volar e irnos a donde se nos antoje.
- Yo fui uno de los primeros paracaidistas en la nación, cuando me contaron que iban a abrir un escuadrón y sin dudarlo, pedí el traslado a Córdoba para poder ser un pájaro. 
- Que lindo, me imagino lo que debe ser eso! A mi me gustaría tirarme de un avión y sentir el viento en la cara. El hombre sonrió, y se inmutó nuevamente. Volví a contemplar la foto de mi novia y su querido abuelo, mientras exploto una sonrisa de ternura en mi rostro. Esta vez el hombre no dijo una palabra, pero se acerco lentamente a observar esa pequeña que estaba sonriendo sobre las faldas de su "Tata". Lo miré a la cara y vi que le corrió una lagrima, y dijo - Esto es algo de lo que poco recuerdo, ella tenia 5 años y yo acababa de cumplir 70 años. Ella me llevo una flor, que corto del jardín delantero de mi casa y me hizo un dibujo en donde ella era mas alta que yo y me abrazaba. Al costado del dibujo escribió "Siempre voy a estar con vos tata querido" Lo observe lentamente, por primera vez. Me abrazo y me pidió llevarlo a ver a su nieta, sollozando que estaba perdido, no recordaba su casa. También me contó que tenia miedo, porque en algún momento su pequeña nieta iba a estar como él y iba a necesitar a alguien que la ayude a recordar, que la acaricie cuando se equivoque, que le responda un millón de veces, si es necesario, todas sus preguntas. Yo atiné a abrazarlo y decirle que estábamos cerca. Entonces él simpático viejo, volteo para mirar al pájaro antes de irse y le grito, vos seguí aleteando, vos sos libre. Yo en algún momento lo fui  es hermoso, pero hoy soy preso de mi olvido. 

jueves, 5 de abril de 2012

La vida se amamanta mientras la esperanza gatea



Un argentino, un fin de semana, las invitaciones, la alarmas que no fueron desactivadas, el asado arrebatado, los hijos que lavan su auto, la mujer que prepara la ensalada, los padres, los abuelos, los tíos. El vino, el jugo , charlas que aburren, el postre, el partido, los gritos, las puteadas, los UUUUHH! , los AAAAAAAAAAAAH!

Un pequeño, una idea, un reclamo, un cinto que golpea, las lágrimas que se extinguen, la primaria que acaba, la secundaria que atormentan, las compañeras, las curvas, las erecciones vergonzosas, las bromas brutas, una novia.

Las visitas a escondidas, las noches, los amaneceres, una llamada, un remis, el camino, el dinero, la rutina, las farmacias, los forros, las pastillas. Los examenes reprovados, el sermón de los padres, otro cintaso, otra sonrisa, un dolor que murió

Un titulo, un regalo, los festejos, los boliches, el alcohol, la novia que regaña, las aspirinas, el vomito y la resaca por la mañana. La universidad, la ruta, el hogar, la comida, la cama, el camino, la universidad...

Seis Aniversarios, cien regalos desinteresdos, mil regaños, seis navidades entrenando en el patio de la luna, el altar, un velo que se levanta y dice "SI ACEPTO". La casa nueva, el auto viejo.

El trabajo, el camino, la casa, el almuerzo, la siesta, el camino, el trabajo y las putas de vez en cuando. Las vacaciones, el regreso a casa, la ropa en el lavadero, la cena mas rica, los abrazos, las  sonrisas y el sexo desenfrenado.

Las nauseas, los desmayos, el test que da positivo, la primer ecografia, sus latidos, el cuarto que se llena de juguetes, la ropita. Seis meses, cien juguetes, mil sueños, un control, un desmayo en el camino, el acelerador que no se despega del  suelo, la camilla, la sangre, el doctor, el NUNCA que mata al vientre, el nudo en la garganta, el silencioso llanto del quirófano, el esposo que llora, los ojos que perdieron el MAÑANA.

El llanto muerto invade la habitación, los juguetes nunca jugaron, los sueños se perdieron en el quirófano, por las noches, Mario llora a cuatro vientos, busca el seno de su madre, pero la tierra y la madera no lo dejaran mamar, busca pasear junto a su padre, pero apenas puede oír con tantos tubos, con tantos aparatos a los que esta conectado.
Claudia llora, su madre la consuela, pero ya son pasas no tetas. El padre no la pone en sus brazos y la consuela, porque el pavimento y el auto no lo dejan mover.
Ahora solo gatea la esperanza, solo se amamanta al día y se lo adormece al mañana con sonrisas y mañas que se van perdiendo como la oscuridad antes del alba.

La muerte también tiene fiolo

Un hombre, una caja de vino vacía, otra y otra. Unos ojos que piden a gritos la vida, unas manos temblorosas. El hombre en el suelo, las sirenas, la gente, dos horas desperdiciadas en la guardia


Dos horas desperdiciadas, cuatro litros de vino que no se terminaron. La casa fría, los encuentros que no se darán. Los muebles que lloran y besan los pasos se aquella mujer, la mujer que aun espera ser acariciada en la tierra copas que mueren en manos del hombre, la sangre que busca a la mujer.

La sangre que huye, el baño, un botiquín, las lágrimas que descansan. Un teléfono, los avisos del diario, mujeres preciosas, confusión. La galería que se llenaba de polvo a las sonrisas que aun estaban vivas, cuadros con imagenes, imagenes que se borran entre el cajón y el viento.

El viento que saca a pasear las canciones que oyeron las paredes, los ruidos que aturden, las marcas en el asfalto. Tacos que se hunden, la tierra que se lastima,  el timbre que suena, alguien que aguarda en la puerta, los perros que ahullan y la puerta timida.

El silencio, una invitacion, las alajas, el campanario que llora la partida, unos ojos, otros ojos, las prendas que caen, el cinto que se afloja. La cama, la plata, el alma que se guarda en la billetera, la cartera que la oculta.

El picaporte helado, la mirilla asombrada, los ultimos botones que se prenderan. La bocina,los tacos, el jardin herido, la ahuja,, el veneno, un hombre en la cama, los ojos que miran pero no ven el cielo.

Dos hijos, cuatro nietos, dos cajones, un funeral, el silencio, el coro de lagrimas, el barro que entre con botas que traen dolor, de nuevo las huellas y tantas mucamas que las borraran.

domingo, 19 de febrero de 2012

Por las noches, solo oscuridad

Hace un tiempo en un pueblo bastante lejano a la ciudad, ocurrió algo verdaderamente extraño: tres jóvenes menores de edad desaparecieron de un instante a otro; algo inusual para un pueblo tan apaciguado como era éste. La gente dejó de ser civilizada, se volvió de repente como sus antiguos habitantes, aquellos étnicos nacionales que luchaban contra el inglés altanero en busca del saqueo. Los piratas son más buenos, solía decir un viejo en las esquinas mientras le reclamaba al gobierno una jubilación digna. El paisaje ahora era un simple viudo que exclamaba insultos, corría, tropezaba y lloraba un poco más. Escuché cómo los autos arrojaban llantos a la calle, sentí cómo se arrancaban sus cabellos, ¿Y saben qué hacían los caballeros? verán, la burguesía seguía con aquel toque distintivo que conservaban ellos, el sarcasmo, esa metódica alegoría a la soberbia desencontrada. Salían camuflados a pedir justicia, se reían del pueblo mientras sujetaban sus bocas.
Pasaron quinientos quince días y el cielo se convirtió en un adicto al caucho y la gasolina,  las protestas no llevaban nicotina pero erizaban la piel al escuchar esos cánticos tan hermosos... El humo también era cómplice de la desaparición, él ocultaba luces y mantos que abrigaban a la ciudad, él negaba la verdad, pedía justicia y daba paso al hostigador, y pues entre tanto furor, entre tantas lágrimas, no pudieron ver nada.
Don Casimiro, dueño de toda la localidad, estaba viejo, ya no había puta que lo haga vibrar y las pastillitas no hacían efecto y se había vuelto demasiado curtido como para empezar a cogerse a pendejos o putos a los que aun les cuelga ese pedazo de hombría que jamás van a usar, por lo que llamó a la Nasa; quería conocer el espacio y que lo dejaran abandonado en la luna, mas ningún país estaba dispuesto a dejar que un viejo muriera así, y en uno de sus múltiples intentos, contestó John Cross, un ambicioso que no esperaba que los aviones tengan alas y ya los vendía como un trozo de luna:

-     ¿Hola?
-   Hola, ¿con quién tengo el gusto de hablar?-Pregunta el viejo.
-    John Cross, ¿en que puedo servirle?
-  Verá, estoy cansado de esta vida, no hay lugar en el mundo que me haga sonreír, las putas, las playas. ¡SON TODAS IGUALES!-finalizó enfadado.
-     ¿Y qué necesita buen hombre?
-    Quiero conocer el espacio y morirme allí.
-   ¿Pero de qué barbaridad está hablando señor?
-   Acaso usted es pelotudo, ¿no entiende que esta vida es aburrida?
-     ¿Pero acaso no se te para la pija viejo choto? ¿qué carajo me venís a hablar así?
-     Así me gustan los pendejos, que te contesten como se debe, no que sean unos putitos y se escondan entre el diccionario.
-     Jajajaja nos podríamos llevar muy bien.
-     ¿Vos creés pendejo mal educado?
-     ¡Si! ¿por qué no?
-     Jajaja vos sabrás mejor que yo...
-     Mire, no puedo llevarlo y tirarlo en cualquier parte.
-     ¿Cómo que no?
-     ¡No! las leyes internacionales no nos permiten esa barbaridad, pero tengo una propuesta.
-     ¿Ah si? bueno, lo escucho.
-     Tengo muchos contactos, unos aquí otros allá, usted sabe como es la cosa, ¿NO?
-     ¡Si! ¿pero cuánto me va a salir el chiste?
-     Eso no depende de mí o de mis contactos, ¡depende de los de arriba!
-     ¿Cómo de los de arriba? 
-     Claro, ¡los de arriba! ¿O va a decirme que nunca escucho hablar de que no estamos solos en el universo?
-     ¿Pero de qué está hablando?
-     Señor el gobierno oculta muchas cosas.
-     Si eso no es una gran noticia que digamos, pero jamás sospeche sobre esto.
-     Mire, esto es algo totalmente secreto y si usted abre la boca, sus días se terminaran más rápido de lo que cree.
-     ¿Me está amenazando?
-     ¡NO! Solo le aclaro algunos detalles, por eso creo que estamos listos para negociar.
-     ¡Negociar las pelotas!
-     Está bien, yo creo que la muerte puede salir del armario, en medio de la ruta o alguna cosa por el estilo.
-     Está bien, está bien… hablemos de negocios.
-     Ya no tenemos espacio para albergar a estos amigos, y bueno, usted tiene grandes haciendas.
-     ¡Pero lo que está pidiendo es una barbaridad! Los campesinos  no son tan idiotas como creen ¿piensan que no van a ver las luces?
-     ¿Y usted cree que dejaremos que la vean? Llevamos casi 200 años guardando esto al mundo,  las catástrofes solo son producto de nuestros laboratorios, con ayuda extraterrestre. Y de esa manera ellos llegan y nadie se da cuenta.
-     ¿Y qué pasa si el pueblo se da cuenta de lo que está pasando?
-     Y… ¡en ese caso el pueblo nunca existió!
-     ¿Cómo?
-     ¡Lo que usted escuchó! Ahora no venga a hacerse el sordo y cerremos el trato.
-     ¿Qué trato? Si solo estamos hablando de sus beneficios
-     Claro, me olvidaba que el viejo quiere sentirse un pendejo
-     ¡No quiero eso! Quiero morirme en el espacio reventarme y que nadie se entere, o quizás solo quiero sentirme vivo…
-     Bueno, si quiere sentirse vivo lo haremos sentir vivo, si quiere morir ira a morir en el espacio, si quiere penetrarse a vírgenes sin tomar una pastillita se la penetrara….
-     ¿Que más necesita usted de mi?
-     Solo eso viejo…
Los visitantes llegaban, se iban y volvían junto a su familia, sorprendían al pueblo y se marchaban jocosos. Misteriosos turistas con sus trajes tan costosos, su rostro tan pintoresco, pareciesen ser multimillonarios apoderándose de las tierras...
El lugar cobraba vida, fiestas todos los días; caviar, champagne, todo a puro lujo, los nativos se extrañaban de tales acontecimientos, pero los ricachones les daban trabajo y con eso bastaba para que se callen.
Don Casimiro por poco caminaba con las manos de felicidad. Por todo el pueblo caminaban jovencitas de pelo ondulado, lacio, rubio, colorado, castaño; de lo que quería había, y podía poseerlas cuando quiera. Por las noches fumaba habanos originales, ¡de la misma Habana!, tomaba un whisky in the rock, jugar una partida de Black Jack, y apostó prácticamente hasta su vida; vendió peones, tierras y hasta las joyas de su familia. Al tiempo era un peón de esos turistas, limpiaba la crin de los caballos más costosos, y de vez en cuando salía a practicar equitación en el puro sangre español. Por las noches se oía la granja gemir, se oiga como lo tocaba a Don Casimiro, las jovencitas aun se desesperaban por sus caricias, por la prominencia de su sabiduría. Pero al viejo se le acababa el tiempo, ya había vivido otra vez, su vigor aun no moría, su alma aun penaba por alguien que lo amara tanto como el amo la pasión de sus manos, a cada niña que entraba en su vida, entonces fue y busco una niña aun virgen y pura. Una visitante que lo traía loco, la tomo de su cabeza y se encerró con ella en el cuarto del gobernador, le arranco la blusa azulada, mordió sus pechos y le comió cada centímetro de la minifalda y la manoteo a lo bruto, el suelo comenzó a llorar al compas de la niña, sus pelos ardían y volaban buscando apagarse, sus manos tan suaves y mágicas que hacían vibrar al viejo. Se convirtieron en las manos del verdugo viejo y rancio. De aquellas uñas tan esculpidas salieron espadas hitlerianas que arrojaban el desperdicio a los proletarios que pedían trabajo en la residencia del nefasto gobernador, que se encontraba en Miami, amasando las tetas de Susana Giménez, espantando a los paparazis y luciendo un Roll Royce alquilado.
Entonces el viejo comenzó a sentir su cuerpo vivo. Su alma ardiente y su espíritu fluyendo entre los dedos de esa pequeña niña inocente, de ojos color luna, de labios sabor a sol, la niña gritaba, se calentaba y aumentaba su rudeza disminuyendo la agonía, dándole vida a los sueños tan desquiciados de un hombre que ha tenido todo y prefirió desperdiciarlos